Y para finalizar con las técnicas operantes para la reducción o eliminación de conductas, aunque no siendo propiamente una técnica sino un procedimiento adicional para reducir conductas, hay que hablar de la sobrecorrección.
La sobrecorrección es una penalización por llevar a cabo una conducta o acción inadecuada, y tiene dos componentes:
- Restitución, que consiste en corregir los efectos negativos causados por la conducta inadecuada, por ejemplo, si cometemos actos vandálicos (ensuciar una calle), deberemos pagar los desperfectos ocasionados.
- Práctica positiva, que implica llevar a cabo repetidamente (incluso a veces de forma exagerada) una conducta adaptativa apropiada. Volviendo al caso anterior, limpiando las calles afectadas y las adyacentes, durante varios días.
La característica distintiva de la sobrecorrección con respecto al castigo es que la sobrecorrección cumple una función educativa al incluir como parte de la técnica el entrenamiento en la práctica de conductas alternativas o incompatibles con la conducta inapropiada.
Como aspecto interesante también cabe destacar que la sobrecorrección, aunque se suele aplicar inmediatamente, sigue siendo efectiva aunque se demore su aplicación, cosa que no ocurre con el castigo.