Triunfando en la entrevista

Cuando nos enfrentamos a la búsqueda de empleo, tenemos claro más o menos todos los pasos que debemos dar. Elaboramos un currículum (o mejor varios, pero esto lo trataremos en profundidad en otro post); hacemos una búsqueda de empresas u ofertas de trabajo (aspecto que también da como para hablarlo más adelante) y, una vez que hemos presentado el currículum y somos el perfil que necesita la empresa, nos llaman para la entrevista. Ese es el momento en el que prácticamente te lo juegas todo, ese momento en el que tienes que conseguir, en unos minutos, ser el candidato idóneo para el puesto.

Para el entrevistador la finalidad es conocer lo mejor posible, en poco tiempo generalmente, al candidato o candidata, valorando su idoneidad para el puesto, apreciando su actitud, identificando sus puntos fuertes y débiles para el puesto a cubrir. Para ti, entrevistado, el objetivo es hacerle ver al entrevistador tu capacidad y competencia profesional, persuadiéndole que eres el mejor para ese puesto y mostrándo qué puedes aportar a la empresa. Por todo ello, la entrevista es un momento crucial en el proceso de selección.

El entrenamiento para afrontar la entrevista de trabajo es muy importante para conseguir hacer visible todo el potencial y la mejor imagen que puedes ofrecer de ti. Se hace necesario un entrenamiento previo, además de tener en cuenta numerosos consejos para antes, durante, y después de la entrevista, relativos a la actitud, la indumentaria, la información y la preparación previa, la comunicación verbal y no verbal y ciertas estrategias a tener en cuenta como la reformulación positiva.

Las sesiones de orientación, programadas para que sean lo más prácticas posible, van a ayudarte a que, en esos diez minutos en que te juegas poder demostrar lo que vales, puedas enseñar lo mejor de ti y dar otro paso más para conseguir ese trabajo que tanto deseas.