Estudiar para aprender

Para lograr nuestros objetivos académicos es muy importante tener unas buenas técnicas de estudio, puesto que de ello va a depender que consigamos comprender lo que estamos estudiando.

Esto es como los colores. Cada uno tenemos un gusto, pero hay técnicas que funcionan generalmente, y de esas voy a hablaros en este post.

Las técnicas de estudio ayudan a aprender a estudiar utilizando técnicas concretas como formas de lectura, hacer resúmenes, utilizar esquemas o mapas conceptuales…

Es muy importante conocer todo un abanico de técnicas de estudio y después elegir las que más se ajusten a nosotros, incluso pudiendo llegar combinar varias de ellas.

Vamos a ver cuáles son las principales técnicas de estudio:

  • Lectura y subrayado. La lectura es el primer contacto con el temario. Debe ser comprensiva, tomándonos nuestro tiempo y comprendiendo todo aquello que estamos leyendo, si hace falta, buscando además en internet o en algún diccionario aquello que no comprendamos. Durante esta lectura ya podemos ir subrayando los conceptos clave. Hay que subrayar solo los aspectos mas destacados. De nada vale destacarlo todo. Mi consejo es leer un tema, de forma comprensiva, y antes de pasar al siguiente, volverlo a leer subrayando ya conceptos importantes.
  • Resumen. En el resumen hay que destacar las ideas principales del texto que previamente has leído, pero no hay que hacer copias exactas de las frases, sino que será mucho más útil intentar decir lo mismo pero con nuestras propias palabras. Pero debemos tener cuidado de no desviarnos del tema inicial, porque después tendremos que estudiar sobre estos apuntes. Resumir nos asegura la comprensión del temario. Si se hace a mano, recordad hacer un buen resumen con letra clara. Es muy útil añadir colores para remarcar ideas principales.
  • Esquema. Existe también la capacidad de estudio de tipo fotográfico, que consiste en representar gráficamente el temario, es decir, un resumen en formato visual. Así puedes retener el esquema y la posición de cada concepto desde una perspectiva visual y gráfica. Los mapas conceptuales por ejemplo son muy útiles. Es importante que identifiques la idea principal y ,de ahí, ir realizando los esquemas necesarios.
  • Mapas conceptuales. Si memorizas el esquema pero no has entendido la conexión entre conceptos, cualquier pregunta de examen que te propongan distinta a lo que tu pensabas será difícil de contestar. Por este motivo, cualquier esquema debe ser ideado para comprender mejor el temario, sin memorizar. Se trata de comprender la relación entre conceptos que has extraído después de la lectura o el resumen. En los mapas conceptuales también es interesante incluir colores para diferenciar bien las ideas principales, o la jerarquía de conceptos; utilizar flechas; dibujos; símbolos…. Se trata de desarrollar la capacidad viso-espacial, teniendo en cuenta que cuanto mayor sea el orden y la clasificación, más fácil será visualizarlo. Si queréis saber más sobre mapas conceptuales podéis consultar la entrada que hice hace algunos días titulada Mapea tu idea.
  • Ejercicios prácticos y tests. Hay muchas asignaturas que, más que memorizar, requieren práctica. Es muy aconsejable realizar ejercicios prácticos y tests que te ayuden a evaluar tus conocimientos. Además son muy recomendables los test de retroalimentación, que son aquellos en los que, pregunta a pregunta, recibes la solución y puedes ver si has acertado o no. Esto nos ayuda a aumentar nuestra motivación y aprendizaje.

Además de todas estas técnicas para un estudio adecuado, hay que tener en cuenta el espacio físico donde estudiamos, el momento, y muchas más variables que veremos próximamente.

 

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